sábado, 19 de julio de 2008

f o b i a: Los cables



Odio conectar y desconectar cables. Simplemente me agota, sobre todo cuando se trata de conectar algún aparato con muchos, pero muchos cables.
Partamos por la postura corporal: conectar cables generalmente requiere que te pongas al nivel de aparatos y enchufes, por lo que casi siempre terminas agachado y doblado peliando con un mueble y con dificultad para respirar.
Cuando estos amigos vienen de diferentes colores se pone más entretenida la tarea, ya que por lo menos es visualmente más atractivo y te da alguna pauta donde debes conectarlos. Lo más tedioso son los cables negros, peor aún cuando es más de uno.
No hay nada más traicionero que los cables. Cuando compras cualquier cosa que funcione mediante cables, o encuentras entre los cahureos aquel juego de la infancia y quieres probar si aun funciona... Pataleas y chillas, conectas todo, sonríes, apretas "on", "play", o cualquier botón que se parezca. !Y no pasa nada!
Frustrada y cansada abortas la misión, esperas que aparezca alguien con cara de "seco" y le encomiendas la entretenida tarea.
Luego ves como el "seco" conecta todo con su mejor sonrisa, se demora un minuto y además todo funciona. Perfecto, piensas, y agradeces tu suerte. Buen descenlace, no terminaste pelando el cable.
Tu también sonríes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario