lunes, 11 de abril de 2011

machina no

El tiempo para escribir es menos que el tiempo para dormir. El tiempo para comer es más que el tiempo para respirar profundo. El tiempo para reír está limitado a ojos inquisidores de lunes a viernes, de 8.30 a 18.30. El tiempo para comprimir tus deseos de viernes a domingo y explotar para quedar con ganas termina el lunes otra vez a las 8.30. Nadie nos obliga.

1 comentario: